El Polyforum es una edificación cultural multifuncional, en el cual se realizan diferentes eventos y actividades tanto culturales, como políticas y sociales.
A mediados de los años sesenta el empresario Manuel Suárez y Suárez motivado por su gran interes por el arte, decidió buscar a David Alfaro Siqueiros, quien era uno de los principales artistas mexicanos de ese tiempo, para asociarse y realizara los murales que adornarían el museo, el cual después se convertiría en uno de los más importantes. Así dio inicio el proyecto del Museo Polyforum Siqueiros, nombre que se le dio por el artista David Alfaro Siqueiros.
Ubicado sobre la avenida insurgentes, junto al World Trade Center el museo tiene una singular forma de dodecaedro, aparte dentro de las instalaciones se encuentra el mural titulado “La Marcha de la Humanidad” del artista Siqueiros, el mural cubre todas las paredes y el techo del Foro Universal, cabe mencionar que es considerado el mural más grande del mundo.
También dentro del museo se cuenta con un teatro llamado Teatro Polyforum el cual es considerado uno de los pocos en tener una forma circular, con un estilo griego, también dentro del edificio se realizan diferentes exhibiciones, foros para eventos y cuenta con varias salas para exposiciones artísticas.
Una de sus mayores atracciones que ofrece, es su espectáculo de luz y sonido, el espectáculo exhibe una plataforma central de 24 metros la cual gira mientras una grabación del propio Siqueiros narra y describe el significado de este extraordinario mural. El museo puede ser visitado y disfrutado por todo el público en general, tanto como jóvenes y adultos, ya que tiene una capacidad para más de 1000 personas.
Los arquitectos Guillermo Rosell de la Lama y Ramón Miquelajáuregui, le dieron una singular forma octagonal. Sus extensos murales adornan todo el recinto, es por eso que es considero una obra maestra y una construcción de la obra plástica.
Según fuentes del periódico Excélsior, en los últimos años el museo ha sido abandonado y descuidado, por lo que el gobierno de la Ciudad de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes han firmado un fideicomiso para la restauración integral de los murales que adornan el edificio, así como las obras del artista mexicano David Alfaro Siqueiros y también la restauración arquitectónica de todo el inmueble, para la conservación el patrimonio artístico del edificio, con el fin de renovar las actividades culturales que se realizaban dentro del recinto.